Salí a dar una vuelta en bici, principalmente para pasar a las dos tiendas de bicicleta y preguntarles si me podián ayudar a empacarla. En la primera me dijeron "Sorry, we don't have time for that" ("lo siento, no tenemos tiempo para eso.") Quiero pensar que me lo dijeron pensando que yo no estaba dispuesta a pagarle por su ayuda y no simplemente porque se consideraban demasiado buenos como mecánicos para tomar "esos trabajitos".
En la segunda tienda me fue mucho mejor. Además de que la tienda era más bonita y se veía más profesional, me dijeron que con gusto me ayudaban, que trajera la bici y la maleta como a las 4 de la tarde (no más tarde por si estaban muy llenos), que se iban a tardar 15 minutos y que me iban a cobrar 10 Euros. Regresé feliz y mucho más tranquila.
Salí a almorzar y llegué a la casa de mi amiga a las 4 pasaditas, así que agarré la bici y la maleta rapidito y salí en dirección a la tienda. La tienda no estaba tan lejos (unos 20 minutos en bici), el problema es que no estaba fácil irme montada en la bici con la maleta en la mano. Realmente fue un malabar lo que tuve que hacer. Enrollé la maleta y la mantuve así amarrándole los agarraderos (es como un maletín rectangular gigante y pesado). Al principio la puse sobre la bici y empujé la bici, pero iba demasiado lento y además se me iba cayendo. Probé otras opciones y al final logre colgarme la maleta del brazo (que se me ponía blanco porque entre el peso y lo apretado que quedaba el agarradero, me cortaba la circulación) y con un gran equilibrio lograba irme montada en la bici. El problema es que la maleta me topaba en la rodilla, entonces podia pedalear poco y despacio. Cuando iba en bajada no había problema, pero las subidas eran imposibles. Por ratos iba en la acera y por ratos en la calle, dependiendo adonde hubiera menos tráfico. Y luego habían partes en las que mejor me bajaba porque ninguna de las dos opciones eran buenas. No dudo que le pegué a más de algún peatón inocente y estoy segura que me pasé llevando el espejo de un carro, pero por lo menos la bici, el maletín y yo llegamos a salvo y a tiempo. (Eso si, llegué bien acalorada, sudada, llena de grasa de la cadena de la bici, adolorida y bien, bien cansada.)
En la tienda me la recibieron inmediatamente y me dijeron que regresara en quince minutos. Me fui a dar una vuelta por las calles de la isla y cuando regresé media hora después ya estaba lista y hasta le habían puesto de esos protectores de plástico con aire adentro.

Me quedé un rato en la esquina y pasaron un varios de taxis, pero todos llenos. Entonces me puse la maleta en el hombro (como cartera) y empecé a caminar hacia una calle más transitada. Me crucé el puente para salir de la isla y caminé hasta el siguiente semáforo. Si la maleta sola es pesada, ya con la bici adentro es un buen bulto (calculo por lo menos unas 30 libras). En ese semáforo por fin pasó un taxi, me ayudó a subir la maleta y cuando la sintió tan pesada me preguntó, medio en francés y medio en inglés, que que llevaba. Yo le sonreí, me hice la pasmada y que no entendía y no le contesté nada... ya se me hacía que este tampoco me llevaba!
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