Las dos íbamos emocionad'isimas, aunque no estábamos seguras de q esperar. Al bajarnos del avión, nos sorprendió no ver ni un anuncio sobre el Tour, ninguna tienda con promocionales, nadie con camisa amarilla. "Segura que era hoy?"
"Queeeee?"
"Te estoy fregando, claro que era hoy."
En el aeropuerto nos sugirieron tomar el metro porque podían haber calles cerradas q complicaría la llegada al Champs Elysee en bus o taxi. Lo que no nos dijeron fue lo tardado que es ese metro! Pero ya nos habíamos subido y no quedaba mas que ser pacientes.
Finalmente, nos bajamos en la estación Roosevelt justo entre el Arc del Triomphe y la Concorde. Cuando llegamos ya se estaba empezando a llenar de gente y allí si se sentía el entusiasmo y el fanatismo. Habían puesto barandas a los dos lados de toda la Champs Elysse, pero estaban al lado de la calle, muy cerca de donde iban a pasar los ciclistas. La vista iba a ser excelente. Compramos algo de comer, buscamos un espacio medio vacío y nos sentamos junto a la baranda para guardar nuestros puestos.
Durante el primer par de horas q estuvimos allí, se continuo llenando de gente. Muchísimos andaban con camisa, cachucha o bandana amarilla que habían comprado allí mismo. Otros se habían puesto jerseys: la amarilla, la de puntos o la de su equipo favorito. Habían niños, adultos, jóvenes y viejos. Entre la multitud se veían banderas, sobre todo la Australiana (por Evans) y la de Luxemburgo (por lo hermanos Schleck). Había una pantalla gigante adonde estaban pasando escenas de las etapas anteriores y de la de hoy y alto-parlantes por medio de los cuales un locutor narraba (aunque no se que decía, lastimosamente no le entendía!)
De vez en cuando pasaba una moto o un carro por la calle y nos hacia saltar emocionados q ya iba a empezar. Fue un buen rato de espera, pero eventualmente llegó la caravana que va adelante de los ciclistas durante todo el tour anunciando que ya vienen. En la caravana participan unas 25 o 30 empresas y organizaciones, cada una tratando de llamar mas la atencion que las demás. El desfile empezó con una carroza con un ciclista inflable gigante con camisa amarilla y con otra con el lionsito oficial del tour. A esas, le siguieron el conejo de Quick, galletas bailando, botellas de agua gigantes, los Pitufos; habían carros disfrazados de llantas, de perros, de cama y de salsa de tomate. Había un poquito de todo; unas carrozas mas bonitas que otras.
El desfile duro como 45 minutos, pero cuando se terminó nos toco otra larga espera. La caravana anuncia que ya vienen los ciclistas, pero no vienen directamente atrás.
Como una hora mas tarde, llego el primer carro amarillo con bicicletas en el techo (el que esta allí para darle asistencia técnica a quien lo necesite en caso el carro de su equipo no este cerca). Todos los aficionados (a esas alturas ya estaba bien lleno) encendieron sus cámaras, calcularon el angulo perfecto y subieron el brazo listos para tomar la foto. Yo tenia las dos manos levantadas: una con la cámara y otra con el celular, supuestamente para aprovechar. Pero por estar tomando las fotos y sobretodo porque los ciclistas iban pedaleando rapidísimo, ni chance hubo de verlos bien y mucho menos de ver quien iba adelante (asumo que el narrador lo comentaba, pero yo entendía nada!). Después de los ciclistas venían los carros de todos los equipos (con el entrenador y mecánicos).
Hasta aquí dejo lo escrito por hoy. Me estoy durmiendo y queda mucho por contar. Mucho que merece ser bien contado. Mañana continuo.
Sent from my BlackBerry® wireless device from Tigo
No comments:
Post a Comment