Desde que me levanté, me empezaron a reclamar las piernas por la pedaleada de ayer. Me sentía cansadísima. Pero ni modo, le tenía que echar ganas.
Ahora no tocaba nada muy diferente, pero no por eso fue fácil. Fuimos a Santa Elena, tres vueltas de punta a punta – desde el retorno de la carretera a la Libertad hasta el redondel de Libertad de Expresión (“la ratonera” como le dicen los ciclistas, solo que ampliada). No suena como tanto, pero si alguien ha hecho el recorrido desde el PriceMart hasta el redondel de Libertad de Expresión, se recordará que es bastante empinado y largo (y en bici créanme que se siente más que en carro!).
La tercera vez que la iba subiendo sentía que ya no daba, sin poder evitarlo iba disminuyendo la velocidad cada vez más. Pero en eso Raba me puso el reto de pasarle a un ciclista de montaña que iba unos 50 metros delante de nosotros, antes que el llegara al redondel. Ese reto me dio ánimos para pedalear un poco más y regresar a mi velocidad usual en esa subida. A un par de metros del redondel alcanzamos y le pasamos al tipo en bici de montaña, quien por su puesto ni idea tiene de cuanto me ayudó a terminar de subir.
Hablando de bicis de montaña, en la mañanita me encontré a la @crislopezg que iba saliendo a dar su corridita diaria y me hizo ver que mucha gente no sabe la diferencia entre una bici de montaña y una de ruta. Así que les tome una foto a cada una: las diferencias más notorias son el timón (el de la bici de montaña es recto y el de ruta colocho) y el grosor de las llantas (la de montaña son más gruesas y como de tractor, mientras que las de ruta son más delgaditas y lisas). Las de ruta permiten mayor velocidad, la de montaña más golpes y pasar por terreno más duro.
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bici de ruta |
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bici de montaña |
Con respecto a la tal “computadora”, iba bien contenta de poderla estrenar, pero no se me ocurrió que aprender a usarla mientras pedaleaba iba a ser bastante difícil. Así que fue limitado el jugo que le pude sacar. Y encima de eso, me doy cuenta que estaba en millas y yo que estoy acostumbrada a medir todo en kilómetros. (Conclusión: ahora en la noche me toca estudiar el manual para estrenarla de verdad mañana!!).
Animo Raquelitaaaaa!!! Decile a tus piernas que cuando llegues a Paris, las vas a premiar con unos tacones para morirse, a tu barriga con un croissant au chocolat y a tu corazon con un Frances bien guapo!!! :0)
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