Amanecí tarde, pero alcancé a ver los últimos kilómetros del Giro d'Italia. Estuvo buenísimo, un final reñido en un subida complicada.
Como si nada, pasó la primera semana desde mi, caída. Mañana es "el sábado" que el doctor dijo podía empezar a entrenar con el rodillo! Así que hoy lo fui a comprar.
Bicimanía estaba llenísimo, había reunión de los capitanes del EcoAdventure que será este fin de semana (el EcoAdventure es una competencia en equipos que incluye bicicleta, correr y kayak). Desde que entré, me empezaron a preguntar sobre la caída. Todos ya sabían que estaba quebrada, pero querían saber más detalles. ¿Y cuanto tiempo vas a andar con el yeso? ¿Es cierto que te volviste a subir a la bici? ¿Vas a seguir pedaleando vea? Hoy si ya sos toda una ciclista.
Entre tanta gente, me tomó un mi rato que me explicaran cómo funciona el rodillo, que me cobraran, que me lo llevaran al carro (no porque pesa tanto, si no porque no debo levantar cosas), etc. Pero la verdad no me molestó: me encanta el ambiente, me gusta estar alrededor de bicicletas, me emocionó oír sobre el EcoAdventure y podría pasarme horas platicando con gente igual de empilada que yo.
Compré el rodillo, y me regalaron una camisa en compensación porque le faltaban los manuales. Yo feliz, total ¿quien lee manuales?
Lastimosamente, Raba no estaba en la tienda: andaba preparando el recorrido del paseo de montaña que tienen mañana. Me hubiera gustado saludarlo y platicar con el para que me guiara en mi entrenamiento en rodillo, pero le voy a llamar mañana.
Como tengo que cuidar mi clavícula, me voy a esperar a que me ayuden mañana a instalar mi rodillo
nuevo. Pero mañana de fijo empiezo. ¡Qué emoción!
(Les prometo mañana subir una foto del rodillo para aquellos que no han terminado de entender cómo funciona)
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